...al asomarse al alfeizar de la ventana:
Sarampión llegó a la señora Mariluz un día claro de abril, de esos en los que el aire está tan transparente que el azul del cielo es casi azulón y no se puede mirar directamente a una pared blanca; de esos tan claros que el sol es una estrella de mil puntas, cada una de las cuales te hace llorar, de felicidad, pero poniendo cara de dolor, o de mucha risa, según se mire.
Aún así hacía un frío agradable, de los que te hacen sentir sano, de los que te hacen respirar los olores de la primavera.
Esos olores se mezclaban con el de la ropa limpia, a base de jabón del de toda la vida, del que se hace en casa, con las sobras del aceite y sosa; limpia, pero aún húmeda, que por eso la tendía doña Mariluz en sus cuerdas verdes de nailon, que daban al patio interior.
Y de repente, sin avisar, el jodío canario se posó en la mismita cuerda en la que estaba a punto de colgar sus bragas favoritas, de esas de cuello vuelto, de esas de color carne absolutamente miméticas, la inmensa, rotunda y oronda señora Mariluz.
5 comentarios:
Puta madre! parece el inicio de un capítulo de Fortunata y jacinta! (que conste que esa novela me encanta)
...
pero que canario?, era otro? y sarampión?
Es un flasbac, de esos de tarantino!
Vaya, en reservuar dogs es bastante mas shungo, ...
Ya tengo el principio y el final.
Ahora va lo del medio!
Abrazos!
yuse:
ME gusta ese canario, con sus pintitas rojas, que pena que haya muerto, quizas mirandolo desde otro universo paralelo y si la patita derecha le hubiera tapado un poco el sol, no estaría muerto, no?
Se puede hacer una novela de otro universo paralelo donde nuestro querido Sarampion no se haya nuerto,...?? Es que me da demasiada pena...
Utiliza el recurso (ahora ya algo manido) de universos infinitamente próximos en el sentido de una topología especial, de forma que no sea extraño que haya saltos puntuales de eventos de uno a otro...
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